Al escribir esto lo hago con una misión en mente: que las mujeres con falta de energía, ganancia de peso inexplicable, dolor muscular o articular e incapacidad de concentrarse sepan que no es “falta de voluntad” o la “bola de años”. Estos son síntomas que se relacionan a malnutrición y también a una disfunción de la tiroides. Bajo estas circunstancias ponerse a dieta o hacer ejercicio exhaustivo es contraproducente.

La tiroides es de gran importancia ya que es una glándula que produce hormonas que funcionan como interruptor celular. Esto es, encienden o apagan las funciones de ¡todas y cada una de las células del cuerpo! A falta de estas hormonas, las células difícilmente trabajan; por lo tanto, los síntomas pueden sentirse por todo el cuerpo. Esta glándula trabaja mano a mano con las glándulas suprarrenales las cuales están encargadas del suministro de energía; entre la tiroides y las suprarrenales se regula tu metabolismo y se aseguran de mantenerte contenta y activa. Cuando hay desequilibrio es cuando se presentan cambios físicos y síntomas que con el tiempo evolucionan a que te conviertas en la sombra de la persona que siempre has sido. 

¿Qué es la tiroides? 

Es una glándula pequeña con forma de mariposa localizada en la parte frontal del cuello que secreta hormonas para regular muchos procesos metabólicos, incluido el crecimiento y el gasto energético; regula las hormonas sexuales por lo que se relaciona con el deseo sexual, los ciclos menstruales, fertilidad y un embarazo saludable. 

Las variaciones de las hormonas de tiroides alteran las concentraciones de las hormonas sexuales lo que lleva a distintos cuadros clínicos.

Las hormonas tiroideas tienen un efecto en TODAS las células del cuerpo, de ahí que los síntomas sean tan generales y que pueden estar presentes POR AÑOS antes de que se diagnostique la enfermedad. 

¿Para qué sirven las hormonas de la tiroides?

Las hormonas tiroideas regulan funciones de todos los órganos de tu cuerpo. Un exceso de hormonas acelera los procesos y cuando hay poca hormona, sucede lo contario: se desaceleran.

Algunas funciones son:

• Controlan la velocidad a la que el cuerpo quema calorías (tu metabolismo), asociado a cambios en el peso. 
• Pueden desacelerar o acelerar los latidos cardíacos.
• Pueden elevar o bajar la temperatura corporal (de ahí que puedas ser intolerante al frío).
• Varían la velocidad a la que los alimentos transitan y se digieren en el tracto digestivo (diarrea o estreñimiento).
• Controlan la velocidad a la que el cuerpo reemplaza las células viejas por células nuevas, lo que mejora la renovación o acelera el envejecimiento (memoria, calidad de la piel, cabello, etc.) 

¿Qué causa que la glándula pierda funciones o que sus hormonas no tengan el efecto esperado?

1) Las deficiencias de nutrimentos como proteína y minerales como el yodo, hierro, selenio entre otros, limitan la capacidad de producir estas hormonas. Es evidente que la glándula depende de se obtenga de los alimentos la proteína y el yodo necesarios para poder producir sus principales hormonas triyodotironina (T3) y tiroxina (T4).

2) Las hormonas de tiroides deben pasar por un proceso de activación y son el intestino y el hígado los órganos que activan estas hormonas - después de que son producidas por la glándula.

Si el intestino o el hígado no cumplen con esta actividad, los síntomas VAN A CONTINUAR aún si se producen estas hormonas de forma natural o si ya tomas medicamento. El síndrome de intestino irritable, colitis, gastritis, el uso de anti-ácidos para tratar el reflujo, la inflamación intestinal constante o cualquier trastorno digestivo son factores que contribuyen a que no se puedan activar estas hormonas; igualmente, un hígado inflamado, graso o que no tiene nutrimentos disponibles, va a ser otro factor que contribuya a que te sigas sintiendo mal, con o sin diagnóstico, con o sin medicamento. 

3) Otra causa relevante de una disfunción de la tiroides es la enfermedad autoinmune. La enfermedad autoinmune lesiona la glándula lo que conlleva a la enfermedad de la glándula. Por lo tanto, por lo general, una disfunción de tiroides debe ser tratada como dos enfermedades: la enfermedad autoinmune y la enfermedad de la glándula.

La enfermedad de Grave's se relaciona a los casos de hipertiroidismo y la enfermedad de Hashimoto en los casos de hipotiroidismo (la enfermedad de Hashimoto es de 4 a 8 veces más común entre las mujeres que entre los hombres). La primera se refiere a una actividad aumentada de la función de la tiroides, hipertiroidismo, lo que puede poner en riesgo la vida. Y la segunda se refiere a una función lenta, hipotiroidismo, lo que conlleva a un sinnúmero de signos y síntomas asociados a una función baja generalizada, estreñimiento y anemia por ejemplo. La probabilidad de desarrollar la enfermedad de Hashimoto aumenta si otros miembros de la familia tienen esta enfermedad o si tiene otros trastornos autoinmunitarios como lupus, enfermedad celíaca, entre otras. Se desconoce la razón de porqué algunas personas desarrollan la enfermedad de Hashimoto, pero es común tener antecedentes familiares de la enfermedad de la tiroides y tener trastornos digestivos. 

4) De todas las posibles causas, otra que es frecuentemente ignorada es la carga tóxica. La carga tóxica se refiere al nivel de químicos y toxinas que se encuentran ampliamente distribuidos en el ambiente. La realidad es que vivimos en un mundo contaminado. Hay cerca de 80,000 químicos que se utilizan en diversas industrias en Estados Unidos, y aunque no contemos con los números o estadísticas en México, no quiere decir que sean menos. Nuestro cuerpo es capaz de eliminar toxinas diariamente, la ironía radica en que los alimentos son los únicos que pueden lograr dicho objetivo y, sin embargo, hoy por hoy, la mayoría de lo que consumimos en alimentos y bebidas son concentrados tóxicos.

La tiroides es el “canario de la mina”, haciendo referencia a que, en otros tiempos, los mineros llevaban un canario a la mina y en el momento en que éste dejara de cantar indicaba el momento de salir corriendo por sus vidas; el canario tiene una gran sensibilidad a un ambiente tóxico. Así, de la misma manera, la tiroides es susceptible a la carga tóxica.

El campo de acción de la nutrición es mucho más amplio que el de tratar la enfermedad. No es necesario el diagnóstico para optimizar la función de la tiroides. También se puede prevenir que evolucione y llegue la enfermedad. Aún con la enfermedad diagnosticada, la nutrición tiene un impacto importante en reducir los signos y síntomas asociados a la enfermedad de tiroides. 

Si has ido al doctor y el resultado de la consulta es que “no tienes nada”, no estás sola. Lo común es que sea necesario visitar 5 médicos y tardarte hasta ¡7 años! antes de que se te diagnostique con una enfermedad de tiroides. Mientras tanto, cuando “no te pasa nada”, es natural pensar que sea tu culpa no tener energía o voluntad para hacer dieta o ejercicio cuando en realidad es una respuesta biológica que puede mejorar con alimentación (¡no dieta!) y estilo de vida.

No es de "echarle ganas" ni de adaptarte o aguantarte la frustración que viene con cómo te sientes y las consecuencias de estas emociones; desde que tu pareja te puede percibir como floja o que solo buscas excusas para evitar involucrarte en actividades domésticas, físicas, o sociales -ya ni hablaré de las consecuencias de tener la libido baja; los hijos ya mejor ni te piden jugar, salir al parque, andar en bici o cualquier otra actividad que invite a la convivencia. Y para ti, es decepcionante sentirte aletargada y cansada; el exceso de peso no ayuda: lo que quieres es meterte en la cama y perderte en los brazos de Morfeo.

Síntomas asociados a una función pobre de la tiroides y/o sus hormonas:

• Pérdida de cabello
• Cambios en el peso
• Abortos espontáneos
• Letargo
• Cansancio o fatiga 
• Dolor articular
• Dificultad para concentrarse
• Cambios en las menstruaciones
• Cambios en las evacuaciones o las funciones digestivas
• Intolerancia al frío 

• más del 12% de la población tiene una disfunción de tiroides
• 60% de estas personas no sabe que tiene un problema
• 1 de cada 5 personas tiene hipotiroidismo (función lenta de tiroides), de los cuales más del 90% son casos de hipotiroidismo de tipo autoinmune - Hashimoto
• 1 de cada 8 mujeres desarrollará una condición de tiroides en el transcurso de su vida y los números van en aumento
• La inflamación de tiroides se asocia a infección por Covid, puede ser transitoria. En nuestra práctica clínica hemos visto un aumento de casos en hombres. 

Con diagnóstico o sin éste lo importante es atender las causas principales -malnutrición y enfermedad autoinmune-, de lo contrario, persiste el progreso de la enfermedad.

1. Evita los alimentos y las bebidas procesados, en particular aquellos que contengan saborizantes, colorantes artificiales y aditivos. Los refrescos, yogurts comerciales y productos empacados son algunos ejemplos.

2. Mejora la función intestinal aumentando el consumo de fibra y de agua y si tienes trastornos digestivos, trata estos de origen, con alimentos. 

3. Prefiere alimentos orgánicos y anti-inflamatorios.

4. Evita los aceites vegetales procesados y aceites trans así como los alimentos con gluten.

5. Duerme de 6 a 8 horas, entre las 10 pm y 6 am.

6. Suplementa adecuadamente. No aceptes recomendaciones de vendedores, únicamente de profesionales de la salud.

7. Evita productos con flúor (pasta de dientes), cloro y fragancias (jabón, detergentes, perfumes, etc.)

Estas son recomendaciones generales que espero consideres y que no subestimes ya que tienen impacto en la función de la glándula y en evitar estimular al sistema inmune LO QUE PUEDE MEJORAR tu metabolismo y ser clave para tu salud mental y el equilibrio hormonal. Un plan personalizado e integral tiene resultados más allá de la función de la tiroides y te puede ayudar a darle un giro a tu vida. Te comparto el caso de Michelle para que tengas una idea de cuánto puede mejorar tu calidad de vida al saber cómo alimentarte de forma intencionada para que la tiroides funcione: TESTIMONIO 

Si tomas medicamento como Eutirox u otro, asegúrate de tomarlo correctamente; esto es, tómalo por la mañana en ayunas, de 30 a 60 minutos antes de consumir cualquier alimento, solo con agua, y sin combinar con otros medicamentos o suplementos; de preferencia siempre a la misma hora; evita el consumo de soya, ya que puede reducir la absorción del medicamento y, monitorea valores de laboratorio FUNCIONALES los cuales permiten conocer el uso de la hormona, por ejemplo, T3 libre o T3 reversa. Sigue las recomendaciones de tu médico.

Si deseas aprender más acerca de cómo hacer que tu tiroides funcione mejor o que tu medicamento tenga los resultados que esperas, te invito a que tomes mi clase de Nutrición para la Tiroides, inscríbete aquí: CLASE.

Con cariño, 

Lucía

Transforma tu salud, desde la raíz.