Nutrición y Fertilidad: El papel de la comida en el embarazo. 

Según indica un nuevo informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca del 17.5% de los adultos; es decir, alrededor de uno de cada seis, presentan esta condición, por lo que resulta urgente aumentar el acceso a una atención de la infertilidad asequible y de calidad para quienes la necesiten.

De acuerdo con las nuevas estimaciones, la prevalencia de la infertilidad varía poco de una región a otra y las tasas son similares en los países de ingresos altos, medianos y bajos, lo cual demuestra que se trata de un importante problema de salud pública en todos los países y todas las partes del mundo (OMS, 2023).

En la búsqueda de concebir un hijo, el estilo de vida y la nutrición juegan un papel fundamental, tanto para la mujer como para el hombre. La nutrición contenida en los alimentos (química de los alimentos) influye en las hormonas (mensajeros químicos) de maneras que pueden resultar tanto beneficiosas como perjudiciales para la fertilidad y un plan de nutrición para la pareja puede mejorar las posibilidades de embarazo. 

Las hormonas como el estrógeno, la progesterona, testosterona, la hormona luteinizante (LH) y la hormona estimulante del folículo (FSH) desempeñan funciones clave en el ciclo reproductivo tanto en hombres como en mujeres.

En las mujeres, estas hormonas regulan la calidad ovárica, la ovulación, la implantación del óvulo, fecundación y el mantenimiento del embarazo. En los hombres, son responsables de la producción de espermatozoides y su movilidad. Cualquier desequilibrio en estas hormonas puede afectar la capacidad de concepción.

Una dieta adaptada a las necesidades individuales puede equilibrar las condiciones ideales para un embarazo. Como recomendación general, se recomienda priorizar alimentos antiinflamatorios y evitar aquellos que la provocan, lo que ayuda a reducir el daño celular y a minimizar el proceso de oxidación que acelera el envejecimiento celular. La inflamación es una respuesta natural del cuerpo ante agresiones, sustancias extrañas o lesiones. Sin embargo, si esta inflamación se mantiene en el tiempo debido al consumo de alimentos procesados y al estilo de vida típico de países como Estados Unidos y México, puede provocar lo que se conoce como inflamación crónica de bajo grado. Según la Escuela de Medicina de Harvard, esto está relacionado con enfermedades crónicas como cáncer, problemas cardiovasculares, obesidad, diabetes y desequilibrios hormonales, incluida la fertilidad.

Impacto POSITIVO de la nutrición

 Aquí te comparto algunos ejemplos:

1. Ácidos grasos omega-3: Presentes en pescados grasos, semillas de chía y nueces, los omega-3 son anti-inflamatorios y pueden mejorar la calidad de los óvulos y espermatozoides, promoviendo así la fertilidad.

2. Antioxidantes: Frutas y verduras coloridas como las moras, los tomates y las espinacas contienen antioxidantes que protegen las células reproductivas de los daños y mejoran la salud hormonal.

3. Ácido fólico: Importante para la salud del esperma y la prevención de defectos del tubo neural en el feto, se encuentra en alimentos como las legumbres y las verduras de hoja verde. 

4. Proteínas de alta calidad: Carnes, huevos y productos lácteos proporcionan aminoácidos esenciales que son fundamentales para la producción hormonal adecuada.

Impacto NEGATIVO de la alimentación (NOTA IMPORTANTE: no todo 'alimento' tiene nutrición)

Por otro lado, ciertos hábitos alimenticios y nutrientes pueden afectar negativamente las hormonas y la fertilidad:

1. Azúcares refinados: El consumo excesivo de azúcares refinados puede causar picos de insulina que crean un ambiente bioquímico desfavorable en los ovarios en las mujeres e impactan en la calidad del esperma en los hombres. 

2. Grasas saturadas: Presentes en alimentos fritos y procesados, las grasas saturadas pueden contribuir a la inflamación y afectar la producción hormonal normal.

3. Alcohol y cafeína: El consumo excesivo de alcohol y cafeína puede interferir con la fertilidad al reducir la reserva ovárica y la calidad del esperma.

4. Pesticidas y químicos: La exposición a pesticidas y productos químicos en los alimentos, fragancias, maquillaje, productos de higiene y limpieza así como los plásticos puede aumentar la carga tóxica y tener efectos disruptivos en el sistema endocrino, alterando las hormonas responsables de la fertilidad.

La nutrición desempeña un papel significativo en la fertilidad al influir en las hormonas responsables del ciclo reproductivo. Adoptar una dieta equilibrada rica en nutrientes antiinflamatorios como el omega-3 y antioxidantes, puede mejorar la salud hormonal y aumentar las posibilidades de concepción.

Un plan personalizado se adapta a las necesidades específicas de tu cuerpo y el de tu pareja, incluyendo recomendaciones de nutrientes esenciales para la concepción e implantación, como por ejemplo, la vitamina C, E, D, glutatión, ácido fólico, coenzima Q-10, entre otros y se va a abordar la nutrición que afecta la función de otras hormonas que participan en el proceso de fertilidad como la tiroides, insulina, cortisol así como en los trastornos metabólicos que afectan las hormonas, como el síndrome metabólico, resistencia a la insulina, sobrepeso u obesidad. 

El objetivo es crear un entorno más propicio para la fertilidad y el logro del anhelado sueño de tener un hijo.

Para eso estamos aquí, mi equipo y yo. 

Por ti, por tu salud. 

Lucía.

¿Cómo te ayudo?

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LNCA. Lucía Chávez, IFNCP -Nutrióloga Integrativa y Funcional Certificada en Estados Unidos. NC. Nutrióloga Certificada en México por el Colegio Mexicano de Nutriólogos.