Endometriosis y Nutrición: qué y cómo comer para aliviar los síntomas y estar mejor. 

Es importante hacer notar que esta enfermedad es única para cada mujer que la padece ya que se caracteriza por el crecimiento de tejido similar al revestimiento del útero fuera de éste, lo que puede darse en áreas tan distintas como los pulmones y el intestino, produciendo de forma secundaria otras condiciones.

Además, puesto que su principal característica es la inflamación crónica de bajo grado, puede venir acompañada de otras enfermedades asociadas a nutrición que no pueden ser ignoradas y que en una evaluación integral se deben de abordar. 

La endometriosis puede provocar dolor pélvico intenso, ciclos menstruales irregulares, dolor intestinal, dolor al tener relaciones sexuales y dificultades para concebir, entre otros muchos síntomas.

El común denominador es, desafortunadamente, el dolor.

Si bien la endometriosis es una enfermedad compleja, la nutrición juega un papel importante en el manejo de sus síntomas y en prevenir el progreso hacia mayor severidad y su recurrencia, aún después de una cirugía.

Aquí te comparto recomendaciones generales para ayudar a aliviar los efectos de la endometriosis.

Reducir la inflamación con una dieta antiinflamatoria

La endometriosis es una enfermedad inflamatoria dependiente de estrógenos, con ciertas características de autoinmunidad y de desequilibrio hormonal.

La nutrición tiene una influencia directa en estos mecanismos, por lo tanto, es crucial seguir una dieta antiinflamatoria que reduzca todo aquello que estimule la inflamación y la respuesta autoinmune así como aquello que produzca desequilibrios hormonales.

Estos procesos son tradicionalmente estimulados por el estrés oxidativo, la carga tóxica, la salud intestinal y un hígado saludable. 

• El estrés oxidativo surge de un desequilibrio entre la generación de radicales libres y la capacidad del cuerpo para neutralizarlos rápidamente o reparar el daño resultante. Una fuente de estrés oxidativo incluye a enfermedades crónicas como la obesidad y diabetes, la mala alimentación, el hábito de fumar, el consumo de bebidas alcohólicas, el uso de ciertos medicamentos y la exposición a factores ambientales como la radiación. Cuando el estrés oxidativo se mantiene a través del tiempo produce lo que se conoce como inflamación crónica de bajo grado lo cual a su vez puede llegar a estimular una respuesta autoinmune. 
• La carga tóxica es la exposición a químicos que se acumulan en una persona entre los cuales se encuentran los disruptores endocrinos, los cuales son sustancias químicas ajenas al cuerpo humano, capaces de alterar su equilibrio hormonal, impactando en la salud general. Algunos ejemplos son el consumo de plaguicidas, aditivos y otros ingredientes ampliamente distribuidos en el patrón de alimentación actual. También incluye la exposición a plásticos como el teflón. La carga tóxica persistente contribuye al estrés oxidativo y las consecuencias de inflamación crónica y respuesta autoinmune. 
• La salud digestiva comprende tres factores: digestión, absorción y tener un ecosistema de bacterias diverso, abundante y en equilibrio. Una mala digestión no permite la extracción adecuada de nutrimentos o nutrientes que vienen contenidos en los alimentos. La absorción inadecuada impide la disponibilidad de estos nutrimentos para que sean utilizados por las células en el resto del cuerpo. Por otro lado, un ecosistema bacteriano en desequilibrio dentro del intestino puede estimular el reciclaje de estrógenos inflamatorios, aumentando la concentración del tipo de estrógenos que son inflamatorios. 
• El hígado saludable cumple con más de 500 funciones. Además de que distribuye la nutrición necesaria para la función celular de todos los tejidos del cuerpo, también metaboliza hormonas y ayuda a eliminar toxinas. Un hígado graso o bajo los efectos de carga tóxica contribuye a las enfermedades crónicas degenerativas como obesidad y diabetes mientras que también contribuye a un desequilibrio hormonal. 

Una dieta antiinflamatoria, rica en antioxidantes y equilibrada, es fundamental para cualquier persona, pero es especialmente importante para aquellas mujeres que padecen endometriosis ya que es una enfermedad que puede progresar hacia una mayor severidad y que puede ser recurrente; una dieta antiinflamatoria ayuda a modular la inflamación, los desequilibrios hormonales y la respuesta inmune.

• Algunos nutrientes indispensables, son las vitamina A, D, E, C, todas las vitaminas del complejo B; coenzima Q10 y minerales como el selenio, el zinc y el magnesio; así como otros antioxidantes efectivos como el glutatión y los lignanos.
• Las proteínas de alta calidad y los aceites esenciales como el Omega 3 tienen también un efecto antiinflamatorio.
• La dieta mediterránea es un  buen lugar para empezar. Sin embargo, insisto: una mujer con endometriosis es única en síntomas y otras condiciones que acompañan la inflamación y un desequilibrio hormonal.

Así como es importante incluir alimentos antiinflamatorios, también es crucial evitar aquellos que puedan desencadenar la inflamación y empeorar los síntomas de la endometriosis. Estos incluyen: 

• El tabaquismo.
• El consumo de alcohol. 
• El consumo de alimentos procesados, grasas trans, azúcares refinados y productos lácteos ricos en grasas saturadas.

Limitar o eliminar estos alimentos puede ayudar a reducir la carga inflamatoria en el cuerpo.

Suplementos

Además de una dieta antiinflamatoria, algunos suplementos pueden ser beneficiosos para las personas con endometriosis. Por ejemplo, el omega-3, la cúrcuma, el jengibre y la vitamina D han mostrado tener propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación asociados con esta enfermedad. El uso de adaptógenos, sustancias de herbolaria que pueden ayudar a la estabilización de ciertos procesos fisiológicos y la promoción del equilibrio hormonal, debe ser prescrito y supervisado por una nutrióloga calificada, o sea, cualquiera de mi equipo o yo, ya que pueden tener interacción con medicamentos. 

Considera...

que la endometriosis es una condición compleja que puede afectar significativamente la calidad de vida de las mujeres que la padecen. Sin embargo, al ajustar la dieta y enfocarse en alimentos antiinflamatorios, nutritivos y adecuados que favorezcan restaurar la salud, se pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar el bienestar general.

Mi equipo y yo estamos comprometidas a que nuestras pacientes se sientan mejor y logren sus objetivos, juntas -nutriólogas y pacientes- podemos enfrentar los retos que conllevan la endometriosis y trabajar hacia una mejor calidad de vida.

En los momentos difíciles, es crucial contar con apoyo, especialmente en condiciones complejas donde la experiencia brinda el respaldo necesario para evitar exponerse a situaciones de prueba y error. 

Por ti, por tu salud.

Lucía.

¿Cómo te ayudo?

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LNCA. Lucía Chávez, IFNCP -Nutrióloga Integrativa y Funcional Certificada en Estados Unidos. NC. Nutrióloga Certificada en México por el Colegio Mexicano de Nutriólogos.