¡Quiero un detox!
Jan 16, 2024Me alegra que estés aquí porque, al terminar este blog, espero que no caigas en la trampa comercial de los "detox".
Entiendo que quieras resolver rápido la sensación de cuerpo cansado, hinchado y pesado. Puede sonar bien hacer un "detox" en estas situaciones, pero ten cuidado, porque aunque al principio te haga sentir bien, podría causarte daño.
¿Por qué podría ser perjudicial? Por lo general, los "detox" usan jugos, los cuales aumentan los triglicéridos en el hígado - de ahí el "hígado graso". Si ya tienes triglicéridos acumulados por excesos durante las fiestas o por comer y beber en exceso durante situaciones estresantes (¿recuerdas la ansiedad por comer "mal" durante la pandemia?), con un "detox de jugos, licuados o suplementos" podrías estar predisponiéndote o empeorando el hígado graso. Además, imagina que tu hígado tiene un sistema de plomería: si intentas eliminar cosas sin tener las tuberías despejadas, esto empeora las condiciones y afecta cómo te vas a sentir después, manifestándose en cambios en la memoria, hormonas, peso y en los resultados de laboratorios.
No se puede acelerar el proceso. Además, con un plan de nutrición adecuado o cuando menos implementando un par de las estrategias que en este artículo menciono, un hígado graso se puede resolver en tres semanas. ¡Imagina qué tan rápido puedes sentirte bien dándole un poco de amor al hígado y haciendo las cosas bien!
Tu hígado tiene la capacidad diaria de eliminar lo que no le sirve o lo que le hace daño a tu cuerpo. Esto depende de que no esté saturado de grasas o químicos y de que reciba lo necesario para hacer su trabajo (recibir nutrientes, agua y descanso). Si sientes que tu hígado está al límite, sigue las recomendaciones al final de este blog. Mientras tanto, me gustaría compartirte un poco sobre lo que tu hígado hace por ti y que evalúes si necesita más ayuda de la que piensas.
Siendo el segundo órgano más grande, el hígado realiza más de 500 funciones cruciales. Juega un papel clave en el control de peso, la eliminación de sustancias dañinas, la regulación de los niveles de energía, la activación de la hormona tiroidea (responsable del metabolismo) y el metabolismo de las hormonas sexuales. Cuando el hígado está sobrecargado, desencadena una serie de efectos, aquí te comparto algunos:
Efectos de un hígado con función alterada o hígado graso
- Apariencia física:
- hinchazón abdominal
- cambios en el color de la piel
- ojeras
- arañas vasculares
- riesgo de psoriasis
- picazón en la piel
- celulitis
- Fatiga; que ni durmiendo se te quita.
- Exceso de peso:
- la incapacidad del hígado para regular eficientemente el metabolismo de las grasas puede resultar en ganancia de peso, especialmente alrededor del área abdominal. - Aumento del riesgo cardiovascular:
- como aterosclerosis, hipertensión, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
- aumento de triglicéridos y colesterol, en particular colesterol LDL, “el malo”. - Dificultad para perder peso:
- un hígado graso puede convertirse en un órgano acumulador de grasa, dificultando la pérdida de peso. La presencia de grasa que se acumula en el abdomen, en la parte superior, puede ser una señal de este problema. - Impacto en hormonas y estrógenos:
- el desequilibrio hormonal asociado al hígado graso puede llevar a problemas como el dominio estrogénico, tanto en hombres como mujeres, favoreciendo el aumento de peso, celulitis y retención de líquidos. - Metabolismo lento de la tiroides:
- un hígado graso dificulta la conversión de la hormona inactiva T4 a la forma activa T3, afectando la función tiroidea y generando síntomas como aumento de peso, retención de líquidos y estreñimiento, con o sin diagnóstico de enfermedad de tiroides.
Efectos de un hígado saludable
Un hígado saludable es esencial para el bienestar y la función de prácticamente el resto de los órganos. Los beneficios clave incluyen:
- Eliminación de estrógenos "dañinos":
- un hígado saludable puede eliminar los estrógenos no necesarios, dañinos o inflamatorios, contribuyendo a un equilibrio hormonal adecuado. - Mejor función de la tiroides y menos síntomas.
- facilita la conversión de la hormona tiroidea inactiva (T4) a su forma activa (T3), por lo tanto hace que el uso de esta hormona sea eficiente, reduciendo los síntomas asociados a disfunción de tiroides. - Regulación del azúcar en sangre:
- contribuye a mantener niveles saludables de azúcar en sangre, esencial para prevenir problemas metabólicos. - Producción de colesterol HDL:
- genera colesterol HDL ("bueno"), esencial para la síntesis de hormonas esteroides. - Reducción de la carga tóxica:
- actúa como filtro, reduciendo la carga tóxica y disminuyendo respuestas inflamatorias asociadas a condiciones mentales y a enfermedades crónicas como la obesidad, diabetes, cáncer y otras enfermedades autoinmunes, y enfermedades cardiovasculares.
Es importante destacar que el hígado no solo afecta la apariencia física, el equilibrio hormonal, el peso y los niveles de energía, sino que, cuando no funciona de forma correcta, también aumenta el riesgo de enfermedades graves como la enfermedad mental, cardiovascular y la diabetes tipo 2.
Entonces, ¿qué puedo comer?
Quita lo que le hace daño y come más, mucho más, de lo que le hace bien. Esto favorece la reparación y por lo tanto, se mejoran las funciones del hígado. Vas a ver que día a día te vas a sentir (y ver) mucho mejor.
RECOMENDACIONES BáSICAS PARA UN HíGADO FELIZ
Alimentos clave para incluir:
- Alimentos de alta biodisponibilidad de proteína como las proteínas de origen animal. Una deficiencia en proteínas impide la función adecuada del hígado con menor disponibilidad de proteína para ADN, enzimas y proteínas hepáticas.
- Metionina: Es una molécula rica en azufre necesaria para los procesos de eliminación (desintoxicación). En la ausencia del consumo de alimentos de origen animal, los pacientes que siguen dietas vegetarianas o veganas pueden necesitar aumentar el consumo de alimentos vegetales ricos en metionina como las semillas de girasol, las nueces de la India y las almendras.
- Ácido elágico: Tiene un efecto protector del hígado, previene la oxidación de grasas (colesterol) y conserva enzimas antioxidantes. Se encuentra en diferentes tipos de nueces.
- Antioxidantes, como el glutatión de fuentes de origen animal y de crucíferas como el brócoli, coliflor y coles de Bruselas, entre otras; así como de los antioxidantes contenidos en la variedad de color de distintos vegetales.
- Alimentos ricos en vitamina C como los pimientos rojos y las frutas cítricas.
- Consumir una gran cantidad de vegetales verdes y hierbas aromáticas como albahaca, cilantro y perejil por sus cualidades de detoxificación.
Alimentos clave para evitar:
- Alimentos ricos en fructosa como los alimentos procesados.
- Frutas y jugos de frutas. (¿Ves cómo es imposible que un detox de jugos le pueda ayudar a un hígado graso o inflamado?)
- Refrescos.
- Alcohol.
- Bebidas que contengan carbohidratos o calorías o químicos que aportan sabor.
- Alimentos que contengan pesticidas - prefiere los vegetales orgánicos, las fuentes de origen animal criados conforme a su especie o de origen salvaje, como sardinas, mariscos, conejo, codorniz, bisonte, (¡hasta grillos!), etcétera.
- Limitar pero no evitar el consumo de grasas y aceites de buena calidad como mantequilla, aceite de oliva, coco y aguacate.
- Limitar el consumo de carbohidratos.
En resumen:
Un hígado graso puede:
- Desencadenar un desequilibrio hormonal y metabólico.
- Iniciar o empeorar condiciones asociadas a salud y función mental (así es, se asocia tanto a ansiedad y depresión como a la pérdida de memoria y las enfermedades cognitivas).
- Aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.
- Dificultar la pérdida de peso, especialmente en el área abdominal.
Un hígado saludable facilita:
- La pérdida de peso. Efectivamente, incluir químicos de un refresco de dieta no ayuda en nada a las funciones del hígado, incluyendo la pérdida de peso.
- La eliminación de hormonas viejas y/o dañinas, reduciendo su efecto inflamatorio (pro-tumores/cáncer)
- Contribuye a un equilibrio hormonal de hormonas sexuales en hombres y mujeres.
- Ayuda a la regulación de glucosa (azúcar en sangre), reduciendo la resistencia a la insulina y las enfermedades asociadas a esta condición como el Síndrome de Ovario Poliquístico, pre-diabetes y diabetes tipo 2.
- La función (por lo tanto el manejo de síntomas) de las hormonas tiroideas.
Si deseas un detox para sentirte mejor, prevenir enfermedades asociadas a la función del hígado, darle un apapacho a tu higadito para restaurar sus funciones, o si tienes hígado graso (se resuelve en tres semanas), inscríbete aquí a mi clase de NUTRICIÓN PARA EL HíGADO GRASO. En esta clase te doy recomendaciones de alimentos y suplementos, así como todo lo que necesitas saber para que tu hígado empiece a darte energía, puedas perder peso y hasta lo notes en tu memoria y en tus hormonas.
Si sientes que no solo es el hígado y que necesitas más ayuda: contáctame para una evaluación integral y un plan personalizado de nutrición, para eso mi equipo y yo estamos aquí, para apoyarte y lograr la mejor salud a la que puedas y quieras aspirar. Así es, ¡vamos a llegar hasta dónde quieras llegar!. Envía un correo AQUI para que empecemos con tu programa.
Por ti, por tu salud.
Lucía